Sobrevivir a obras en casa
Cómo hacer reformas en casa y no morir en el intento
Lo ideal para no volvernos absolutamente locos es poder irnos de casa si vamos a realizar cualquier tipo de reforma. Sin embargo, muchas veces es imposible por cuestiones de logística y debemos convivir con la reforma.
Para superar lo que nos viene tenemos que, en primer lugar, tener claro todo lo que va a suponer y, en segundo lugar, armarnos de toneladas de paciencia.
Hemos de saber que durante una temporada vamos a convivir con polvo, suciedad, falta de intimidad, ruidos, etc.
Hay que tener una serie de cosas claras antes de empezar la obra:
- Establecer unos plazos y pactar un compromiso de cumplimiento. No cumplir los tiempos en una obra es bastante habitual porque solemos ir añadiendo cuestiones que no estaban previstas en el proyecto inicial, o los constructores se encuentran cosas que no esperaban, o los materiales no están, o mil y una cosas. Sin embargo, si la obra la tenemos dentro de casa y no se cumplen los plazos, las molestias se multiplican. Por ello, es mucho mejor establecerlo desde el primer momento, fijar muy bien cuál es el alcance del proyecto e intentar ceñirnos a él.
- Intentar mantener el orden y la limpieza. Si intentamos que, cuando se vayan los obreros por la tarde, la casa esté mínimamente habitable, nuestras molestias serán menores. Está claro que no puedes tener la casa como los chorros del oro, pero no te "dejes". Intenta mantener un mínimo de orden.
- Estancias claves. Evidentemente, tenemos que asegurarnos que siempre hay un baño que podemos utilizar y una habitación para poder dormir. Si, además, tenemos otra habitación que no está "afectada" por la reforma, la podremos utilizar para dejar los trastos, materiales, etc.
- Permisividad y flexibilidad. Vas a tener a gente desconocida por casa todo el día, entrarán y saldrán de tu hogar como si fuese el tuyo. Ane eso únicamente podemos recomendarte paciencia. Te aseguramos que ellos también preferirían estar en su casa que en la tuya así que, relax.
Esperamos que estos consejos os sirvan. No obstante, paciencia, paciencia y paciencia.
Para superar lo que nos viene tenemos que, en primer lugar, tener claro todo lo que va a suponer y, en segundo lugar, armarnos de toneladas de paciencia.
Hemos de saber que durante una temporada vamos a convivir con polvo, suciedad, falta de intimidad, ruidos, etc.
Hay que tener una serie de cosas claras antes de empezar la obra:
- Establecer unos plazos y pactar un compromiso de cumplimiento. No cumplir los tiempos en una obra es bastante habitual porque solemos ir añadiendo cuestiones que no estaban previstas en el proyecto inicial, o los constructores se encuentran cosas que no esperaban, o los materiales no están, o mil y una cosas. Sin embargo, si la obra la tenemos dentro de casa y no se cumplen los plazos, las molestias se multiplican. Por ello, es mucho mejor establecerlo desde el primer momento, fijar muy bien cuál es el alcance del proyecto e intentar ceñirnos a él.
- Intentar mantener el orden y la limpieza. Si intentamos que, cuando se vayan los obreros por la tarde, la casa esté mínimamente habitable, nuestras molestias serán menores. Está claro que no puedes tener la casa como los chorros del oro, pero no te "dejes". Intenta mantener un mínimo de orden.
- Estancias claves. Evidentemente, tenemos que asegurarnos que siempre hay un baño que podemos utilizar y una habitación para poder dormir. Si, además, tenemos otra habitación que no está "afectada" por la reforma, la podremos utilizar para dejar los trastos, materiales, etc.
- Permisividad y flexibilidad. Vas a tener a gente desconocida por casa todo el día, entrarán y saldrán de tu hogar como si fuese el tuyo. Ane eso únicamente podemos recomendarte paciencia. Te aseguramos que ellos también preferirían estar en su casa que en la tuya así que, relax.
Esperamos que estos consejos os sirvan. No obstante, paciencia, paciencia y paciencia.