Siete rutinas para cuidar tus zapatos
"Perderás" un poco de tiempo pero "ganarás" muchos euros porque tus zapatos durarán y durarán
Los zapatos dicen mucho de aquellos que los calzan. Transmiten muchos aspectos de nuestra personalidad, nuestro estilo, nuestra forma de ver la vida pero, si están sucios y mal cuidados, transmiten igualmente esa imagen de nosotros.
Por ello, es muy importante que los cuides y les dediques un mínimo de tiempo para mantenerlos perfectos. Unos buenos zapatos, bien cuidados, te pueden durar muchos años. Sigue estos consejos:
- Día sí, día no
Si eres de aquellos que van cómodos con unos zapatos y no se los quita para nada en toda la semana, tienes que empezar a cambiar esta costumbre. No es recomendable llevar los zapatos dos días seguidos. ¿Y eso? Pues porque absorben las arrugas, el sudor, se deforman, etc. Debemos darles tiempo a volver a su forma natural, a recuperarse. Por ello, mejor tener más de un par e ir alternando. Ya tienes una excusa, si necesitabas alguna, para acudir a la zapatería a por más pares.
- Cómo te calzas
Te puede parecer que los calzadores son propios de otro tiempo. Nada más lejos de la realidad. Incorpora un calzador en tu vida y tus zapatos te lo agradecerán, también tu espalda. El uso del calzador permite que los talones de los zapatos no se deformen. Además, si utilizas un calzador bastante largo, te ayudará a que no tengas que agacharte demasiado y será mucho más cómodo para ti.
Ojo, no seas perezos@. Si son zapatos de cordones, no los desatas y te calzas forzándolos, estás acortando su vida a marchas forzadas. Desatar los cordones te costará un instante y conservarás los zapatos mucho más tiempo.
- Hormas
Y si el calzador te parecía raro, puede que las hormas te suene a chino. Sin embargo, nada mejor que unas buenas hormas, de resina o de madera, para conservar la forma de los zapatos, absorber la sudoración, evitar las arrugas, etc. Si tienes unos zapatos especialmente buenos, vale la pena que utilices unas hormas en condiciones para que te duren mucho más. Para el resto de zapatos, puedes utilizar las bolas de papel, palos de madera, etc. que suelen acompañar a los zapatos cuando los compramos. Si tienes el cuidado de volverlos a dejar en las cajas como cuando te los sacaron en la tienda el primer día, conservarán su belleza mucho más tiempo.
- Horror al agua
Especialmente los zapatos de piel, ante, etc. no son muy amigos de remojarse. Por ello, si se te han mojado, es importante que los seques cuanto antes. Eso sí, no con una fuente directa de calor. Aunque no lo creas, el mejor truco para eliminar la humedad de los zapatos es rellenarlos con papel de periódico. Los dejamos toda una noche y la mañana siguiente estarán perfectamente secos. El papel habrá absorbido toda la humedad.
- Guárdalos limpios
Sabemos que esto cuesta y que no lo solemos hacer, pero si te acostumbras, verás cómo es útil. En lugar de sacar los zapatos de la caja sucios y limpiarlos a corre prisa cuando estás ya saliendo por la puerta de casa porque llegas tarde, lo mejor es hacerlo cuando los guardamos. Un repasito rápido con un cepillo o una esponja y listos para utilizar. Además de ganar en tranquilidad y evitar las prisas de última hora, evitaremos que la suciedad penetre en los tejidos y se convierta en misión imposible eliminarla.
- Bien protegidos
Además de guardarlos limpios, en el caso de zapatos que sepamos que no vamos a utilizar porque son de verano y ya hemos cambiado a la temporada otoño-invierno o viceversa, hay que almacenarlos en bolsitas de algodón y en sus cajas. Estas bolsas ayudarán a que el zapato transpire pero que la suciedad no penetre. Fantástico para tenerlos en perfecto estado cuando volvamos a utilizarlos.
- Tapas y suelas
Seguro que alguna vez has visto unos zapatos de tacón preciosos pero con las tapas totalmente destrozadas. Qué mala imagen verdad? Es importante que tengamos la precaución de llevar nuestros zapatos al zapatero para que cambie nuestras tapas y suelas cuando estén desgastadas. El zapato parecerá como nuevo. Además, no llevar unas suelas en condiciones nos puede causar resbalones y caídas. Evitemos estos peligros.
Son algunas rutinas que puede que te hagan "perder" unos segundos pero que te harán ganar muchos euros.
Por ello, es muy importante que los cuides y les dediques un mínimo de tiempo para mantenerlos perfectos. Unos buenos zapatos, bien cuidados, te pueden durar muchos años. Sigue estos consejos:
- Día sí, día no
Si eres de aquellos que van cómodos con unos zapatos y no se los quita para nada en toda la semana, tienes que empezar a cambiar esta costumbre. No es recomendable llevar los zapatos dos días seguidos. ¿Y eso? Pues porque absorben las arrugas, el sudor, se deforman, etc. Debemos darles tiempo a volver a su forma natural, a recuperarse. Por ello, mejor tener más de un par e ir alternando. Ya tienes una excusa, si necesitabas alguna, para acudir a la zapatería a por más pares.
- Cómo te calzas
Te puede parecer que los calzadores son propios de otro tiempo. Nada más lejos de la realidad. Incorpora un calzador en tu vida y tus zapatos te lo agradecerán, también tu espalda. El uso del calzador permite que los talones de los zapatos no se deformen. Además, si utilizas un calzador bastante largo, te ayudará a que no tengas que agacharte demasiado y será mucho más cómodo para ti.
Ojo, no seas perezos@. Si son zapatos de cordones, no los desatas y te calzas forzándolos, estás acortando su vida a marchas forzadas. Desatar los cordones te costará un instante y conservarás los zapatos mucho más tiempo.
- Hormas
Y si el calzador te parecía raro, puede que las hormas te suene a chino. Sin embargo, nada mejor que unas buenas hormas, de resina o de madera, para conservar la forma de los zapatos, absorber la sudoración, evitar las arrugas, etc. Si tienes unos zapatos especialmente buenos, vale la pena que utilices unas hormas en condiciones para que te duren mucho más. Para el resto de zapatos, puedes utilizar las bolas de papel, palos de madera, etc. que suelen acompañar a los zapatos cuando los compramos. Si tienes el cuidado de volverlos a dejar en las cajas como cuando te los sacaron en la tienda el primer día, conservarán su belleza mucho más tiempo.
- Horror al agua
Especialmente los zapatos de piel, ante, etc. no son muy amigos de remojarse. Por ello, si se te han mojado, es importante que los seques cuanto antes. Eso sí, no con una fuente directa de calor. Aunque no lo creas, el mejor truco para eliminar la humedad de los zapatos es rellenarlos con papel de periódico. Los dejamos toda una noche y la mañana siguiente estarán perfectamente secos. El papel habrá absorbido toda la humedad.
- Guárdalos limpios
Sabemos que esto cuesta y que no lo solemos hacer, pero si te acostumbras, verás cómo es útil. En lugar de sacar los zapatos de la caja sucios y limpiarlos a corre prisa cuando estás ya saliendo por la puerta de casa porque llegas tarde, lo mejor es hacerlo cuando los guardamos. Un repasito rápido con un cepillo o una esponja y listos para utilizar. Además de ganar en tranquilidad y evitar las prisas de última hora, evitaremos que la suciedad penetre en los tejidos y se convierta en misión imposible eliminarla.
- Bien protegidos
Además de guardarlos limpios, en el caso de zapatos que sepamos que no vamos a utilizar porque son de verano y ya hemos cambiado a la temporada otoño-invierno o viceversa, hay que almacenarlos en bolsitas de algodón y en sus cajas. Estas bolsas ayudarán a que el zapato transpire pero que la suciedad no penetre. Fantástico para tenerlos en perfecto estado cuando volvamos a utilizarlos.
- Tapas y suelas
Seguro que alguna vez has visto unos zapatos de tacón preciosos pero con las tapas totalmente destrozadas. Qué mala imagen verdad? Es importante que tengamos la precaución de llevar nuestros zapatos al zapatero para que cambie nuestras tapas y suelas cuando estén desgastadas. El zapato parecerá como nuevo. Además, no llevar unas suelas en condiciones nos puede causar resbalones y caídas. Evitemos estos peligros.
Son algunas rutinas que puede que te hagan "perder" unos segundos pero que te harán ganar muchos euros.
