Bronquiolitis en niños
Prevención, síntomas y pautas para hacer frente a esta patología "estrella" entre los más peques
Si tenéis niños pequeños en casa o cerca seguro que "bronquiolitis" no es una palabra extraña para vosotros. Se trata de un virus, generalmente el VRS (virus respiratorio sincicial), que afecta a las vías de paso de aire más pequeñas del pulmón (los bronquios o bronquiolos). Es una efermedad infecciosa muy contagiosa con mucha prevalencia entre lactantes y niños pequeños. Los mocos y secreciones no dejar que el aire circule correctamente provocando dificultades respiratorias que pueden ser leves o mucho más severas si afectan a neonatos o niños prematuros.
Normalmente a partir de noviembre y hasta abril es el período de reinado de la bronquiolitis. No nos descuidemos ahora que empieza a hacer mejor tiempo. Los cambios de temperatura son ideales para nuestro virus. Si tapamos mucho a los niños y sudan, se enfrían. Y si les destapamos demasiado pronto, también es peligroso.
PREVENCIÓN
Se trata de una patología muy contagiosa, como hemos dicho. Es difícil de prevenir. Los bebés y niños que van a la guardería o al cole tienen más riesgo de infectarse, así como aquellos que tienen hermanos mayores. Sin embargo, no nos engañemos, no podemos tenerles dentro de una vitrina, si les toca, se contagiarán.
- En el caso de los bebés, lo mejor es alejarlos de personas que estén resfriadas. Incluso, utilizar mascarillas en el caso de recién nacidos.
- Debemos airear las habitaciones
- Es muy importante lavarse las manos con frecuencia para evitar vías de contagio. Una alternativa muy práctica es utilizar el Gel de manos con alcohol que desinfecta tus manos sin agua del que ya hemos hablado en esta misma página.
Los medicamentos no suelen ser muy efectivos más allá de los antitérmicos, antitusivos y expectorantes que ayuden a mover el moco y provocan la expulsión de las secreciones y, por tanto, liberan los bronquios y las nebulizaciones.
SÍNTOMAS
La bronquiolitis no se muestra a la primera. Antes de aparecer envía a un simple resfriado que parece no tener mayor importancia sin embargo, se va complicando y arrastrando hasta que se transforma en nuestra protagonista. Aparece la fiebre. Los niños empiezan a tosar con dificultad y se les llega a escuchar unos silbidos o pitidos que demuestran que el aire no les entra con normalidad.
Si no se respira adecuadamente, comer se convierte también en una actividad dificultosa. Los bebés tienen problemas para tomarse los biberones y los niños más mayorcitos no tienen apetito. Los vómitos suelen ser habituales provocados por la tos. Además, también se puede presentar la otitis como compañera de la bronquiolitis.
Notaremos en los niños que se ensanchan las fosas nasales, la respiración se acelera, se alarga y hunde el pecho y hay adormecimiento en casos más graves.
Los pediatras suelen aconsejar que si la fiebre supera los 38º o notamos mucha fatiga al respirar a los pequeños, acudamos a un centro hospitalario puesto que puede que la saturación del niño no sea la adecuada y, en este punto, la bronquiolitis se convierte en una enfermedad realmente grave y se necesita incluso, hospitalización.
CONSEJOS
- Como hemos apuntado, lavarnos las manos con frecuencia
- Vigilar la respiración de los bebés y niños
- Controlar frecuentemente la fiebre para acudir al médico rápidamente si se dispara
- Tratar de que el bebé o niño duerma siempre boca arriba. Podemos ayudarnos de almohadones o toallas para evitar que se den la vuelta en la cama. Un consejo, si pones las toallas o almohadones debajo de la sábana bajera de la cuna o cama, será mucho más estable.
- Mantén la humedad de la habitación del pequeño. Puedes hacerte con un aparato humidificador que, además, incluya, por ejemplo, la posibilidad de introducir esencias como el eucalipto o el mentol que le abrirán los bronquios.
- Una cebolla partida cerca del niño es un remedio casero pero muy eficaz para combatir la tos. De este y otros os hablamos en este artículo sobre Remedios caseros contra la tos.
Sabemos lo duro que es escuchar la tos incesante de bebés y niños. Esperamos que estos consejos te sirvan y te ayuden. Mucho ánimo y paciencia con la bronquiolitis!!
Normalmente a partir de noviembre y hasta abril es el período de reinado de la bronquiolitis. No nos descuidemos ahora que empieza a hacer mejor tiempo. Los cambios de temperatura son ideales para nuestro virus. Si tapamos mucho a los niños y sudan, se enfrían. Y si les destapamos demasiado pronto, también es peligroso.
PREVENCIÓN
Se trata de una patología muy contagiosa, como hemos dicho. Es difícil de prevenir. Los bebés y niños que van a la guardería o al cole tienen más riesgo de infectarse, así como aquellos que tienen hermanos mayores. Sin embargo, no nos engañemos, no podemos tenerles dentro de una vitrina, si les toca, se contagiarán.
- En el caso de los bebés, lo mejor es alejarlos de personas que estén resfriadas. Incluso, utilizar mascarillas en el caso de recién nacidos.
- Debemos airear las habitaciones
- Es muy importante lavarse las manos con frecuencia para evitar vías de contagio. Una alternativa muy práctica es utilizar el Gel de manos con alcohol que desinfecta tus manos sin agua del que ya hemos hablado en esta misma página.
Los medicamentos no suelen ser muy efectivos más allá de los antitérmicos, antitusivos y expectorantes que ayuden a mover el moco y provocan la expulsión de las secreciones y, por tanto, liberan los bronquios y las nebulizaciones.
SÍNTOMAS
La bronquiolitis no se muestra a la primera. Antes de aparecer envía a un simple resfriado que parece no tener mayor importancia sin embargo, se va complicando y arrastrando hasta que se transforma en nuestra protagonista. Aparece la fiebre. Los niños empiezan a tosar con dificultad y se les llega a escuchar unos silbidos o pitidos que demuestran que el aire no les entra con normalidad.
Si no se respira adecuadamente, comer se convierte también en una actividad dificultosa. Los bebés tienen problemas para tomarse los biberones y los niños más mayorcitos no tienen apetito. Los vómitos suelen ser habituales provocados por la tos. Además, también se puede presentar la otitis como compañera de la bronquiolitis.
Notaremos en los niños que se ensanchan las fosas nasales, la respiración se acelera, se alarga y hunde el pecho y hay adormecimiento en casos más graves.
Los pediatras suelen aconsejar que si la fiebre supera los 38º o notamos mucha fatiga al respirar a los pequeños, acudamos a un centro hospitalario puesto que puede que la saturación del niño no sea la adecuada y, en este punto, la bronquiolitis se convierte en una enfermedad realmente grave y se necesita incluso, hospitalización.
CONSEJOS
- Como hemos apuntado, lavarnos las manos con frecuencia
- Vigilar la respiración de los bebés y niños
- Controlar frecuentemente la fiebre para acudir al médico rápidamente si se dispara
- Tratar de que el bebé o niño duerma siempre boca arriba. Podemos ayudarnos de almohadones o toallas para evitar que se den la vuelta en la cama. Un consejo, si pones las toallas o almohadones debajo de la sábana bajera de la cuna o cama, será mucho más estable.
- Mantén la humedad de la habitación del pequeño. Puedes hacerte con un aparato humidificador que, además, incluya, por ejemplo, la posibilidad de introducir esencias como el eucalipto o el mentol que le abrirán los bronquios.
- Una cebolla partida cerca del niño es un remedio casero pero muy eficaz para combatir la tos. De este y otros os hablamos en este artículo sobre Remedios caseros contra la tos.
Sabemos lo duro que es escuchar la tos incesante de bebés y niños. Esperamos que estos consejos te sirvan y te ayuden. Mucho ánimo y paciencia con la bronquiolitis!!