Consejos para cuidar tu espalda
Tacones, malas posturas, sedentarismo…Son muchas las causas que pueden provocar molestias en la espalda. Te contamos cómo minimizarlas
Es uno de los dolores más habituales. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos padecido o padeceremos dolores de espalda. Podemos intentar que sean los menos posibles si seguimos unos consejos básicos de sentido común pero que, en muchas ocasiones, se nos olvidan.
- Evita la ropa ajustada y, sobre todo, los tacones altos. Éstos fuerzan nuestra postura y hacen que castiguemos nuestras lumbares, especialmente.
- No levantes pesos. En nuestra vida diaria, tenemos que intentar tener cuidado a la hora de cargar pesos. Si no tenemos otro remedio, hay que cogerlos con ambas manos, agachándonos manteniendo la espalda recta. Lo único que tenemos que doblar son las rodillas.
- Sobrepeso. El sobrepeso repercute negativamente en nuestra salud en muchos aspectos, entre ellos, también en nuestra espalda y nuestras rodillas. Una alimentación saludable nos ayudará a mantener nuestro peso y mejorará nuestra espalda.
- Postura de oficina. Si pasas muchas horas sentado delante del ordenador, intenta mantener una postura adecuada. Utiliza un reposapiés ya que las rodillas deben estar por encima del nivel de las caderas. Además, te recomendamos que te levantes cada dos horas como máximo y camines un poquito para desentumecer tus músculos, entre ellos los de la espalda.
- Practica ejercicio moderado. No hace falta que hagas grandes esfuerzos pero, con un mínimo de deporte al día, por ejemplo caminar, minimizarás enormemente los dolores de espalda. Eso sí, siempre hay que tener la precaución de estirar antes de comenzar este ejercicio.
- Evita los antiinflamatorios. Pueden ayudarte a sobrellevar un dolor puntual pero no puedes enmascarar este dolor durante mucho tiempo. No te engañes, si te duele frecuentemente, es que hay un problema que debes tratar con especialistas. Es mucho más adecuado que optes por el calor localizado que por otras soluciones de automedicación.
- Dormir bien ayuda a tu espalda. Lo más recomendable es dormir boca arriba con una almohada bajo las rodillas o bien de medio lado nunca boca abajo ya que fuerzas cervicales y cuello.
- El estrés no ayuda. Está demostrado que el estrés puede repercutir en nuestro organismo reflejándose en dolores, por ejemplo, de espalda. Intenta controlarlo si puedes y relajarte siempre que te sea posible y la vida te deje.
- No levantes pesos. En nuestra vida diaria, tenemos que intentar tener cuidado a la hora de cargar pesos. Si no tenemos otro remedio, hay que cogerlos con ambas manos, agachándonos manteniendo la espalda recta. Lo único que tenemos que doblar son las rodillas.
- Sobrepeso. El sobrepeso repercute negativamente en nuestra salud en muchos aspectos, entre ellos, también en nuestra espalda y nuestras rodillas. Una alimentación saludable nos ayudará a mantener nuestro peso y mejorará nuestra espalda.
- Postura de oficina. Si pasas muchas horas sentado delante del ordenador, intenta mantener una postura adecuada. Utiliza un reposapiés ya que las rodillas deben estar por encima del nivel de las caderas. Además, te recomendamos que te levantes cada dos horas como máximo y camines un poquito para desentumecer tus músculos, entre ellos los de la espalda.
- Practica ejercicio moderado. No hace falta que hagas grandes esfuerzos pero, con un mínimo de deporte al día, por ejemplo caminar, minimizarás enormemente los dolores de espalda. Eso sí, siempre hay que tener la precaución de estirar antes de comenzar este ejercicio.
- Evita los antiinflamatorios. Pueden ayudarte a sobrellevar un dolor puntual pero no puedes enmascarar este dolor durante mucho tiempo. No te engañes, si te duele frecuentemente, es que hay un problema que debes tratar con especialistas. Es mucho más adecuado que optes por el calor localizado que por otras soluciones de automedicación.
- Dormir bien ayuda a tu espalda. Lo más recomendable es dormir boca arriba con una almohada bajo las rodillas o bien de medio lado nunca boca abajo ya que fuerzas cervicales y cuello.
- El estrés no ayuda. Está demostrado que el estrés puede repercutir en nuestro organismo reflejándose en dolores, por ejemplo, de espalda. Intenta controlarlo si puedes y relajarte siempre que te sea posible y la vida te deje.
Esperemos que alguno de estos consejos te sirvan y consigas mantener a raya este dolor que, muchas veces, paraliza nuestro día a día.