La Regla 10/20 para evitar ahogamientos
Claves para que no tengas sustos con los niños en verano
Observar el agua cada diez segundos y mantener una distancia que puedas salvar en 20 segundos. Esta es la regla clave que debemos seguir en veranos con nuestros hijos en las playas y piscinas. Todos los veranos recordamos esta sencilla ecuación y, sin embargo, desgraciadamente los ahogamientos son la segunda causa de muerte entre los más pequeños.
El grupo de mayor riesgo, el de los menores de 5 años. Especialmente entre 4 y 5 años. Y es que podemos pensar que ya no son tan vulnerables como los bebés y que son más mayores como para poder evitar un ahogamiento. Sin embargo, bastan unos instantes para que un niño que no sabe nadar adecuadamente se ahogue y, aunque sepa nadar, sucede igualmente, mucho más en el caso del mar.
Siguiendo la norma no hay nada que tener. Observa a tus hijos en el mar o piscina cada 10 segundos y asegúrate que, en caso de pasar cualquier imprevisto, podrías llegar a ellos en menos de 20 segundos. Además, es muy importante que esta vigilancia la realicen adultos. No cabe que los hermanos mayores se ocupen de los pequeños. En una situación de crisis y de urgencia, la reacción debe provenir de un adulto.
Y, por supuesto, que nuestros hijos acudan a clases de natación, se familiaricen con el agua y sepan defenderse mínimamente en este medio es la mejor de las defensas.
La piscina y la playa son para disfrutar. ¡Hagámoslo con seguridad!
El grupo de mayor riesgo, el de los menores de 5 años. Especialmente entre 4 y 5 años. Y es que podemos pensar que ya no son tan vulnerables como los bebés y que son más mayores como para poder evitar un ahogamiento. Sin embargo, bastan unos instantes para que un niño que no sabe nadar adecuadamente se ahogue y, aunque sepa nadar, sucede igualmente, mucho más en el caso del mar.
Siguiendo la norma no hay nada que tener. Observa a tus hijos en el mar o piscina cada 10 segundos y asegúrate que, en caso de pasar cualquier imprevisto, podrías llegar a ellos en menos de 20 segundos. Además, es muy importante que esta vigilancia la realicen adultos. No cabe que los hermanos mayores se ocupen de los pequeños. En una situación de crisis y de urgencia, la reacción debe provenir de un adulto.
Y, por supuesto, que nuestros hijos acudan a clases de natación, se familiaricen con el agua y sepan defenderse mínimamente en este medio es la mejor de las defensas.
La piscina y la playa son para disfrutar. ¡Hagámoslo con seguridad!