Cómo guardar las alfombras
Consejos para el correcto almacenaje de las alfombras
Ya os contamos en este mismo blog, algunos consejos muy útiles y prácticos para limpiar perfectamente nuestras alfombras. Sin embargo, en esta ocasión os contamos cómo guardarlas adecuadamente para mantenerlas como el primer día.
Se trata de tejidos delicados, voluminosos que requieren unas condiciones de temperatura, humedad y plegado determinadas para que no se estropeen.
CUÁNDO
En primer lugar cabe preguntarse cuándo debemos guardar las alfombras. España es un país de clima muy cálido con lo cual es bastante probable que guardemos las alfombras cuando comience a hacer buen tiempo. Primavera, cuando hacemos las limpiezas en profundidad, suele ser un buen momento. Sin embargo, es posible que haya zonas más frescas que prefieran dejar la alfombra puesta, o bien casas en las que haya niños y se quiera mantener la alfombra para que jueguen en ella.
Sin embargo, lo habitual es que en estas épocas del año solamos guardar nuestras alfombras.
DÓNDE
Hay que buscar un sitio adecuado para guardar nuestra alfombra. Solemos meterla en buhardillas, trasteros o armarios empotrados y es posible que estén sometidas a temperaturas algo extremas. Mucho frío y mucho calor no serán beneficiosos. En la medida de lo posible, trataremos de evitarlo porque si guardamos nuestra alfombra en un lugar con, por ejemplo, humedad y poca ventilación, el moho hará acto de aparición.
Los trasteros, por ejemplo, son unos de esos lugares donde es posible que haya incluso goteras y mucha humedad. Un mal sitio para nuestra alfombra.
CÓMO
Sin duda, hay que limpiar la alfombra antes de guardarla. Ya os aconsejamos un procedimiento para poder limpiarlo adecuadamente pero, si no tenéis tiempo, al menos lo mínimo sería aspirar adecuadamente la alfombra y limpiarla bien. Utiliza un cubo con agua y Amoniaco muy fuerte con detergente Bosque Verde y cepilla bien la alfombra. Asegúrate de que esté bien seca antes de guardarse.
Y, fundamental, almacenarla correctamente. Tenemos que enrollarla sobre una superficie horizontal para evitar pliegues indeseados. Podemos también enrollarla colocando sobre la alfombra una sábana. Así todavía estaremos protegiendo más nuestra alfombra.
Una vez enrollada, utiliza una bolsa de plástico de almacenaje para guardarla al salvo de polvo, ácaros, suciedad y humedad.
Se trata de tejidos delicados, voluminosos que requieren unas condiciones de temperatura, humedad y plegado determinadas para que no se estropeen.
CUÁNDO
En primer lugar cabe preguntarse cuándo debemos guardar las alfombras. España es un país de clima muy cálido con lo cual es bastante probable que guardemos las alfombras cuando comience a hacer buen tiempo. Primavera, cuando hacemos las limpiezas en profundidad, suele ser un buen momento. Sin embargo, es posible que haya zonas más frescas que prefieran dejar la alfombra puesta, o bien casas en las que haya niños y se quiera mantener la alfombra para que jueguen en ella.
Sin embargo, lo habitual es que en estas épocas del año solamos guardar nuestras alfombras.
DÓNDE
Hay que buscar un sitio adecuado para guardar nuestra alfombra. Solemos meterla en buhardillas, trasteros o armarios empotrados y es posible que estén sometidas a temperaturas algo extremas. Mucho frío y mucho calor no serán beneficiosos. En la medida de lo posible, trataremos de evitarlo porque si guardamos nuestra alfombra en un lugar con, por ejemplo, humedad y poca ventilación, el moho hará acto de aparición.
Los trasteros, por ejemplo, son unos de esos lugares donde es posible que haya incluso goteras y mucha humedad. Un mal sitio para nuestra alfombra.
CÓMO
Sin duda, hay que limpiar la alfombra antes de guardarla. Ya os aconsejamos un procedimiento para poder limpiarlo adecuadamente pero, si no tenéis tiempo, al menos lo mínimo sería aspirar adecuadamente la alfombra y limpiarla bien. Utiliza un cubo con agua y Amoniaco muy fuerte con detergente Bosque Verde y cepilla bien la alfombra. Asegúrate de que esté bien seca antes de guardarse.
Y, fundamental, almacenarla correctamente. Tenemos que enrollarla sobre una superficie horizontal para evitar pliegues indeseados. Podemos también enrollarla colocando sobre la alfombra una sábana. Así todavía estaremos protegiendo más nuestra alfombra.
Una vez enrollada, utiliza una bolsa de plástico de almacenaje para guardarla al salvo de polvo, ácaros, suciedad y humedad.