¿Cómo elegir el protector solar adecuado?
Consejos para no tener problemas con el sol este verano
Manchas, arrugas y, lo que es más peligroso, hasta melanomas. Últimamente parece que el sol es uno de los enemigos número 1 del verano. No es cierto. El sol nos aporta muchísimo y es necesario, sin embargo, también es cierto que las largas exposiciones al sol son dañinas para nuestra piel. Por lo tanto, como siempre, sentido común.
No hay ningún problema con querer broncearnos si lo hacemos con conocimiento y utilizamos el protector solar adecuado pero, ¿cuál es el protector solar adecuado? Te damos unas pistas:
BUSCAR PROTECTORES DE AMPLIO ESPECTRO
¿Qué quiere decir esto? Se trata de buscar protectores que resguarden la piel tanto de los rayos UVA, los que penetran más profundamente en las capas de la piel provocando que se rompan las estructuras celulares, como de los rayos UVB, los que afectan a las capas superficiales causando quemaduras solares.
¿QUÉ CANTIDAD DE PRODUCTO DEBEMOS APLICAR?
La teoría nos dice que debemos aplicar 2 mg por cada centímetro cuadrado de piel pero, ¿eso cuánto es?. Para que te hagas una idea, en el caso de la cara y cuello, necesitarás la cantidad que cabe en la palma de tu mano. Así ya te puedes hacer una idea de cuánto necesitas para el resto de zonas de tu cuerpo. Uno de los principales errores que cometemos con el protector es que nos aplicamos poca cantidad. No escatimemos con el protector, es nuestro aliado.
¿QUÉ FORMATO ES EL MÁS ADECUADO?
Cremas solares: son perfectas para zonas del cuerpo como cara, cuello o escote. Te aseguras que cubres totalmente la superficie. También están recomendadas para pieles más secas. Eso sí, no son aconsejables para aplicar con pieles húmedas.
Esprays y aerosoles: son mucho más prácticos pero, eso sí, tienes que aplicar una cantidad generosa para asegurarte la protección, además, debes ayudarte de las manos para asegurar que cubren toda la superficie de la piel. Y, además, hay que tener cuidado si lo aplicamos en exterior con el viento porque, sobre todo en el caso del aerosol, nos podemos quedar sin protector en la piel.
¿QUÉ FACTOR DE PROTECCIÓN UTILIZAR?
El SPF (Factor de Protección Solar, por sus siglas en inglés) es fundamental ya que establece el tiempo durante el cual nuestra piel está protegida del sol. Por ejemplo, un SPF 30 indica que puedes exponerte al sol 30 veces más tiempo de lo que tardarías en quemarte si no llevaras ningún tipo de protección. No podemos caer en el error de pensar que las pieles más oscuras no necesitan protección. Todas las pieles lo requieren, aunque, evidentemente, en el caso de pieles más blancas y sensibles, la necesidad es mayor. Hay cuatro niveles de protección:
- Muy baja: hasta 12
- Media: hasta 20
- Alta: hasta 30
- Muy alta: 50 o más
¿HAY PROTECTORES SOLARES RESISTENTES AL AGUA?
Leemos en muchas etiquetas de los protectores solares que éstos son resistentes al agua pero, ¿esto es cierto? En realidad se refiere a que, mientras nos estamos bañando, el protector que nos hemos aplicado, si es resistente al agua, sigue filtrando la radiación solar y protegiendo nuestra piel. Eso sí. Cuando salimos, y más si nos secamos con la toalla, lo recomendable es volver a aplicar protector puesto que lo habremos eliminado de nuestra piel.
¿Y EL CABELLO?
Igual que el sol puede dañar nuestra piel, también puede hacer lo mismo con nuestro cabello. Además, sumado al cloro, salitre, etc. Por lo tanto, también es conveniente utilizar un protector para nuestro cabello para evitar que en verano, y más si se trata de cabellos teñidos, se resequen y dañen.
Esperamos que con estos consejos puedas disfrutar del sol de manera sana y sin ningún problema.
No hay ningún problema con querer broncearnos si lo hacemos con conocimiento y utilizamos el protector solar adecuado pero, ¿cuál es el protector solar adecuado? Te damos unas pistas:
BUSCAR PROTECTORES DE AMPLIO ESPECTRO
¿Qué quiere decir esto? Se trata de buscar protectores que resguarden la piel tanto de los rayos UVA, los que penetran más profundamente en las capas de la piel provocando que se rompan las estructuras celulares, como de los rayos UVB, los que afectan a las capas superficiales causando quemaduras solares.
¿QUÉ CANTIDAD DE PRODUCTO DEBEMOS APLICAR?
La teoría nos dice que debemos aplicar 2 mg por cada centímetro cuadrado de piel pero, ¿eso cuánto es?. Para que te hagas una idea, en el caso de la cara y cuello, necesitarás la cantidad que cabe en la palma de tu mano. Así ya te puedes hacer una idea de cuánto necesitas para el resto de zonas de tu cuerpo. Uno de los principales errores que cometemos con el protector es que nos aplicamos poca cantidad. No escatimemos con el protector, es nuestro aliado.
¿QUÉ FORMATO ES EL MÁS ADECUADO?
Cremas solares: son perfectas para zonas del cuerpo como cara, cuello o escote. Te aseguras que cubres totalmente la superficie. También están recomendadas para pieles más secas. Eso sí, no son aconsejables para aplicar con pieles húmedas.
Esprays y aerosoles: son mucho más prácticos pero, eso sí, tienes que aplicar una cantidad generosa para asegurarte la protección, además, debes ayudarte de las manos para asegurar que cubren toda la superficie de la piel. Y, además, hay que tener cuidado si lo aplicamos en exterior con el viento porque, sobre todo en el caso del aerosol, nos podemos quedar sin protector en la piel.
¿QUÉ FACTOR DE PROTECCIÓN UTILIZAR?
El SPF (Factor de Protección Solar, por sus siglas en inglés) es fundamental ya que establece el tiempo durante el cual nuestra piel está protegida del sol. Por ejemplo, un SPF 30 indica que puedes exponerte al sol 30 veces más tiempo de lo que tardarías en quemarte si no llevaras ningún tipo de protección. No podemos caer en el error de pensar que las pieles más oscuras no necesitan protección. Todas las pieles lo requieren, aunque, evidentemente, en el caso de pieles más blancas y sensibles, la necesidad es mayor. Hay cuatro niveles de protección:
- Muy baja: hasta 12
- Media: hasta 20
- Alta: hasta 30
- Muy alta: 50 o más
¿HAY PROTECTORES SOLARES RESISTENTES AL AGUA?
Leemos en muchas etiquetas de los protectores solares que éstos son resistentes al agua pero, ¿esto es cierto? En realidad se refiere a que, mientras nos estamos bañando, el protector que nos hemos aplicado, si es resistente al agua, sigue filtrando la radiación solar y protegiendo nuestra piel. Eso sí. Cuando salimos, y más si nos secamos con la toalla, lo recomendable es volver a aplicar protector puesto que lo habremos eliminado de nuestra piel.
¿Y EL CABELLO?
Igual que el sol puede dañar nuestra piel, también puede hacer lo mismo con nuestro cabello. Además, sumado al cloro, salitre, etc. Por lo tanto, también es conveniente utilizar un protector para nuestro cabello para evitar que en verano, y más si se trata de cabellos teñidos, se resequen y dañen.
Esperamos que con estos consejos puedas disfrutar del sol de manera sana y sin ningún problema.