Cómo lavar la ropita del bebé
Detergentes especiales, suavizantes...Te contamos todo lo que debes saber para cuidar la piel de tu tesoro
La piel del bebé es mucho más sensible que la de un adulto. Es tierna e inmadura y está más expuesta a todo tipo de agresiones externas ya que, cuando les bañamos por primera vez, pierden el llamado “vernix caseoso”, una especie de grasa que les cubre cuando están en el útero y les protege.
Por ello, cuidar su piel es fundamental y en contacto con ella está su ropa así que debemos prestar especial atención a las prendas que elegimos para ellos y, también a cómo las lavamos.
La primera reflexión que os hacemos es que, durante al menos los seis primeros meses de vida del bebé, precisamente por la sensibilidad que hemos comentado sobre la piel del bebé, debemos lavar su ropita por separado. Y esto también aplica a la ropa de su cunita, tocas, mantitas, etc. Todo lo que está en contacto con el bebé debemos lavarlo por separado.
Si te preguntas si debes utilizar un detergente especial para ellos, la respuesta es sí. Lo más adecuado es optar por detergentes específicamente formulados para bebés dermatológicamente testados y que en su fórmula no contengan enzimas ni ningún tipo de ingrediente agresivo que pueda irritar la delicada piel de los bebés y los niños.
También puedes cuestionarte si utilizar o no suavizantes para la ropita de tu bebé. Es cierto que los suavizantes pueden contener sustancias que pueden ser irritantes para la piel del bebé. Por ello, tendremos que utilizar aditivos especialmente desarrollados para ellos. De esta manera, no tendrás que renunciar a la suavidad y frescura del suavizante y protegerás la piel de tu peque.
Tanto si lavamos a mano como si lo hacemos en la lavadora, lo ideal es utilizar una temperatura de agua tibia. Si lavamos la ropa en la lavadora, lo mejor es seleccionar un programa delicado con un centrifugado suave. Si lavamos a mano, tendremos que prestar especial atención al aclarado para evitar que se quede cualquier resto en la ropa.
La ropa del bebé se mancha bastante de heces, vómito, papillas, etc. Manchas todas ellas especialmente complicadas de eliminar. En la medida de lo posible intentaremos lavar la ropita que se haya manchado inmediatamente. Así nos aseguraremos mejores resultados. También podemos poner la prenda a remojo con un poco de detergente para que luego en el lavado sea más fácil dejar la prenda impecable.
También es mejor tender la ropa rápidamente para que no se nos arrugue ni coja malos olores. Este consejo es igualmente aplicable en caso de los adultos pero especialmente importante en el caso de la ropa de los bebés. Un consejo, si son prendas de colores vivos, sécalos a la sombra para que no se destiñan. La ropita blanca sí puedes tenderla al sol, de hecho, potenciaremos el blanco.
Respecto al planchado, mucha ropita del bebé no necesita planchado pero aquella que prefiramos plancharla para dejarla perfecta tendremos especial cuidado de hacerlo a temperaturas bajas para no estropearla.
Por ello, cuidar su piel es fundamental y en contacto con ella está su ropa así que debemos prestar especial atención a las prendas que elegimos para ellos y, también a cómo las lavamos.
La primera reflexión que os hacemos es que, durante al menos los seis primeros meses de vida del bebé, precisamente por la sensibilidad que hemos comentado sobre la piel del bebé, debemos lavar su ropita por separado. Y esto también aplica a la ropa de su cunita, tocas, mantitas, etc. Todo lo que está en contacto con el bebé debemos lavarlo por separado.
Si te preguntas si debes utilizar un detergente especial para ellos, la respuesta es sí. Lo más adecuado es optar por detergentes específicamente formulados para bebés dermatológicamente testados y que en su fórmula no contengan enzimas ni ningún tipo de ingrediente agresivo que pueda irritar la delicada piel de los bebés y los niños.
También puedes cuestionarte si utilizar o no suavizantes para la ropita de tu bebé. Es cierto que los suavizantes pueden contener sustancias que pueden ser irritantes para la piel del bebé. Por ello, tendremos que utilizar aditivos especialmente desarrollados para ellos. De esta manera, no tendrás que renunciar a la suavidad y frescura del suavizante y protegerás la piel de tu peque.
Tanto si lavamos a mano como si lo hacemos en la lavadora, lo ideal es utilizar una temperatura de agua tibia. Si lavamos la ropa en la lavadora, lo mejor es seleccionar un programa delicado con un centrifugado suave. Si lavamos a mano, tendremos que prestar especial atención al aclarado para evitar que se quede cualquier resto en la ropa.
La ropa del bebé se mancha bastante de heces, vómito, papillas, etc. Manchas todas ellas especialmente complicadas de eliminar. En la medida de lo posible intentaremos lavar la ropita que se haya manchado inmediatamente. Así nos aseguraremos mejores resultados. También podemos poner la prenda a remojo con un poco de detergente para que luego en el lavado sea más fácil dejar la prenda impecable.
También es mejor tender la ropa rápidamente para que no se nos arrugue ni coja malos olores. Este consejo es igualmente aplicable en caso de los adultos pero especialmente importante en el caso de la ropa de los bebés. Un consejo, si son prendas de colores vivos, sécalos a la sombra para que no se destiñan. La ropita blanca sí puedes tenderla al sol, de hecho, potenciaremos el blanco.
Respecto al planchado, mucha ropita del bebé no necesita planchado pero aquella que prefiramos plancharla para dejarla perfecta tendremos especial cuidado de hacerlo a temperaturas bajas para no estropearla.