Los mejores suelos para la cocina
Resistencia, facilidad de limpieza y estética no tienen porqué estar reñidos
Cuando nos enfrentamos a una reforma o a una obra nueva, una de las decisiones más importantes es elegir un buen suelo. En el caso de la cocina, la importancia de esta decisión se multiplica exponencialmente. Y es que la cocina es una de las zonas de nuestro hogar más "castigadas". Grasa, humedad, restos de comida, muchas pisadas... La cocina aglutina buena parte de la vida de un hogar y el suelo está sometido a muchos "riesgos". Por ello, es necesario que busquemos pavimentos que sean resistentes y fáciles de limpiar.
Por otro lado, cada vez más, es más habitual que la comida sea una de las estancias más abiertas de nuestros hogares. En muchas ocasiones son de tipo "office", es decir, que están abiertas al salón o comedor y, en otros casos, aunque estén cerradas, es punto de acogida cuando tenemos visita. Así que, además de resistencia y funcionalidad, es normal que también busquemos estética.
Con todos estos condicionantes previos, ¿cuál sería el mejor suelo para la cocina? Os damos algunas opciones.
SUELOS DE GRES
Si hiciésemos una encuesta entre los suelos de las cocinas de nuestro país, seguro que el gres sale ganado. Muy resistente, fácil de limpiar, con un mantenimiento sencillo, no resbalan, fáciles de colocar.... y, en lo que se refiere a la estética, con multitud de diseños para todos los estilos de decoración. Su asignatura pendiente, podría ser que no transmiten tanta calidez y encanto como, por ejemplo, la madera. Aunque bien es verdad que hay diseños rústicos, vintage, etc. que aportarán ese plus que quizá le puede faltar.
SUELOS DE MADERA
La madera es un material maravillosamente cálido. cuando entramos en una casa con suelos de madera, la diferencia se nota. Transmiten paz y calidez pero quizá, en el caso de la cocina, es el material menos aconsejable. Si la madera es delicada en cualquier estancia del hogar, en la cocina mucho más.
SUELOS LAMINADOS
Con los suelos laminados tendríamos el caso anterior solucionado. Su apariencia es muy similar a la madera, con imitaciones muy logradas pero con un mantenimiento mucho más sencillo y una instalación también muy más fácil. A la hora de limpiar, también son bastante sencillos ya que, además, son suelos resistentes a las manchas.
Además de imitar madera, también imitan otros acabados como, por ejemplo, pizarra o mármol.
SUELOS DE MICROCEMENTO
De unos años a esta parte se han puesto bastante de moda las decoraciones que imitan áreas industriales, minimalistas, más "frías". Para este tipo de apuestas, los suelos de microcemento son la opción perfecta. El acabado es un suelo continuo, sin juntas. Son muy resistentes y, aunque lo más habitual es optar por tonalidades grisáceas, también se le pueden añadir pigmentos para crear otras tonalidades.
SUELOS VINÍLICOS
Aunque hace unos años, los suelos vinílicos no estaban muy conseguidos y su fama era de suelos de poca calidad, ahora los vinílicos han avanzado mucho y la tecnología ha permitido que ahora estos pavimentos reproduzcan cualquier material de forma realista. Son suelos muy resistentes al agua y su instalación permite que puedan colocarse sobre suelos ya existentes.
SUELOS DE LINÓLEO
Podríamos decir que esta es la opción más "natural". Y es que el linóleo es un pavimento compuesto por aceite de linaza mezclado con otros componentes como piedra molida. Aunque se han utilizado históricamente desde hace muchísimos años, es cierto que también en el caso de linóleo ha habido importantes avances tecnológicos. Es un suelo muy resistente y fácil de limpiar, con múltiples posibilidades de diseño. Son muy interesantes sus propiedades antiestáticas y su resistencia frente a las bacterias y los ácaros así que para las personas alérgicas, es de los suelos más ideales.
Como podéis comprobar, las opciones son múltiples y todas ellas con sus ventajas e inconvenientes según lo que busquemos. Una cosa está clara, para todos ellos, nosotros tenemos la solución de limpieza perfecta.
Por otro lado, cada vez más, es más habitual que la comida sea una de las estancias más abiertas de nuestros hogares. En muchas ocasiones son de tipo "office", es decir, que están abiertas al salón o comedor y, en otros casos, aunque estén cerradas, es punto de acogida cuando tenemos visita. Así que, además de resistencia y funcionalidad, es normal que también busquemos estética.
Con todos estos condicionantes previos, ¿cuál sería el mejor suelo para la cocina? Os damos algunas opciones.
SUELOS DE GRES
Si hiciésemos una encuesta entre los suelos de las cocinas de nuestro país, seguro que el gres sale ganado. Muy resistente, fácil de limpiar, con un mantenimiento sencillo, no resbalan, fáciles de colocar.... y, en lo que se refiere a la estética, con multitud de diseños para todos los estilos de decoración. Su asignatura pendiente, podría ser que no transmiten tanta calidez y encanto como, por ejemplo, la madera. Aunque bien es verdad que hay diseños rústicos, vintage, etc. que aportarán ese plus que quizá le puede faltar.
SUELOS DE MADERA
La madera es un material maravillosamente cálido. cuando entramos en una casa con suelos de madera, la diferencia se nota. Transmiten paz y calidez pero quizá, en el caso de la cocina, es el material menos aconsejable. Si la madera es delicada en cualquier estancia del hogar, en la cocina mucho más.
SUELOS LAMINADOS
Con los suelos laminados tendríamos el caso anterior solucionado. Su apariencia es muy similar a la madera, con imitaciones muy logradas pero con un mantenimiento mucho más sencillo y una instalación también muy más fácil. A la hora de limpiar, también son bastante sencillos ya que, además, son suelos resistentes a las manchas.
Además de imitar madera, también imitan otros acabados como, por ejemplo, pizarra o mármol.
SUELOS DE MICROCEMENTO
De unos años a esta parte se han puesto bastante de moda las decoraciones que imitan áreas industriales, minimalistas, más "frías". Para este tipo de apuestas, los suelos de microcemento son la opción perfecta. El acabado es un suelo continuo, sin juntas. Son muy resistentes y, aunque lo más habitual es optar por tonalidades grisáceas, también se le pueden añadir pigmentos para crear otras tonalidades.
SUELOS VINÍLICOS
Aunque hace unos años, los suelos vinílicos no estaban muy conseguidos y su fama era de suelos de poca calidad, ahora los vinílicos han avanzado mucho y la tecnología ha permitido que ahora estos pavimentos reproduzcan cualquier material de forma realista. Son suelos muy resistentes al agua y su instalación permite que puedan colocarse sobre suelos ya existentes.
SUELOS DE LINÓLEO
Podríamos decir que esta es la opción más "natural". Y es que el linóleo es un pavimento compuesto por aceite de linaza mezclado con otros componentes como piedra molida. Aunque se han utilizado históricamente desde hace muchísimos años, es cierto que también en el caso de linóleo ha habido importantes avances tecnológicos. Es un suelo muy resistente y fácil de limpiar, con múltiples posibilidades de diseño. Son muy interesantes sus propiedades antiestáticas y su resistencia frente a las bacterias y los ácaros así que para las personas alérgicas, es de los suelos más ideales.
Como podéis comprobar, las opciones son múltiples y todas ellas con sus ventajas e inconvenientes según lo que busquemos. Una cosa está clara, para todos ellos, nosotros tenemos la solución de limpieza perfecta.