De dormitorio infantil a habitación de adolescente
Si tus hijos están entrando en la pubertad, te deberías ir planteando transformar sus habitaciones en estancias para adolescentes
¡Socorro! ¿Dónde está mi pequeño mimoso? ¿Y mi princesita chiquitina? Lo sabemos, es un momento difícil. Tus pequeños están dejando de serlo y os tenéis que acostumbrar ellos y vosotros. Llega la hora de grandes cambios, también en sus habitaciones. Aquí hemos recopilado unas pistas para no fallar.
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Haz limpieza: el peluche que les regaló su tía cuando nacieron o la casita de muñecas debe ir dejando paso a otros objetos de decoración. No te decimos que los tires, ni mucho menos, si tienes espacio, guarda esas joyas para que las tengan cuando sean mayores. Igual quieren que las disfruten sus hijos. Si la casa se te queda pequeño, dónalos y que otros niños jueguen con esos objetos con los que tus pequeños han sido más felices. ¿Hay algo mejor que compartir felicidad?
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Cambio de mobiliario: si la mesita de noche de tus pequeños tienen ositos o estrellitas, es probable que se haya cansado o que directamente los hayan aborrecido. Aprovecha y cámbiales un poco la decoración. Que se sientan mayores también en su dormitorio. Un consejo, si tienes un hueco, ponles un espejo de pared, la “edad del pavo” es de muuuucho mirarse.
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Zona para estudiar: hablando de muebles, si todavía no tenían en su habitación un espacio para hacer los deberes o para estudiar porque habías preferido que los hicieran en la cocina o en el comedor, tienes que saber que ahora sí o sí es necesario que lo tengan. Es fundamental que asocien un rincón con eso y que lo hagan suyo, que se sientan cómodos y lo tengan todo a mano. Estudiar puede darles pereza pero si no tienen un sitio confortable, muchísimo más.
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Ropa de cama: no puede ser, los cochecitos de su película favorita, o princesas y hadas en sábanas, edredones, colchas y resto de textiles ya deben pasar a mejor vida. Opta por diseños minimalistas, lisos, sin estampados que les horroricen y, sobre todo, ropa de cama cómoda, cómoda, cómoda. Está demostrado que los adolescentes duermen más. A veces creerás que invernan en lugar de dormir, así que los textiles de sus camas deben ser muy confortables y fácilmente lavables.
Para un adolescente, su habitación es su espacio de libertad, su zona de confort, se sienten seguros y libres. Déjalo participar en la nueva decoración, déjalo opinar y empieza a acercar posiciones en este difícil camino de la adolescencia. ¡Ánimo!